lunes, 25 de enero de 2010

La teoría de Wallon

La metodología

Su método consiste en estudiar las condiciones materiales del desarrollo del niño, condiciones tanto orgánicas como sociales, y en ver cómo, a través de esas condiciones, se edifica un nuevo plano de la realidad que es el psiquismo, la personalidad (Zazzo, 1976).


El concepto de Desarrollo

Wallon defiende un concepto unitario del individuo, indicando que en el desarrollo humano se produce una transición desde lo biológico o natural, a lo social o cultural.

Wallon coincide con Vygotsky al afirmar que el niño es un ser social desde que nace y que en la interacción con los demás va a residir la clave de su desarrollo. Para Wallon, la individuación se produce gracias al papel que desempeña la emoción en el niño. El bebé establece una simbiosis afectiva con sus cuidadores que le posibilita el desarrollo.

Wallon decía: “El lenguaje ha sido precedido por medios de comunicación más primitivos. La base de estos medios está en la expresión emocional”.


El desarrollo desde los estadios

LA LEY DE ALTERNANCIA FUNCIONAL : Es la ley principal que regula el desarrollo psicológico del niño. Plantea que las actividades del niño, unas veces se dirigen a la construcción de su individualidad y otras al establecimiento de relaciones con los otros; alternándose la orientación progresivamente en cada estadio.

LA LEY DE PREPONDERANCIA E INTEGRACIÓN FUNCIONAL: Consiste en que no existe ni ruptura, ni continuidad funcional en la transición de un estadio a otro. De este modo, las funciones antiguas no desaparecen sino que se integran con las nuevas.


Los estadios de Wallon

1. De impulsividad motriz y emocional:

Edad: 0 – 1 años

Función dominante: La emoción permite construir una simbiosis afectiva con el entorno.

Orientación: Hacia dentro: dirigida a la construcción del individuo


2. Sensorio-motriz y emocional.

Edad: 2 – 3 años.

Función dominante: La actividad sensorio-motriz presenta dos objetivos básicos. El primero es la manipulación de objetos y el segundo la imitación.

Orientación: Hacia el exterior: orientada a las relaciones con los otros y los objetos.


3. Del personalismo

Edad: 3 – 6 años.

Función dominante: Toma de conciencia y afirmación de la personalidad en la construcción del yo.

Orientación: Hacia dentro: necesidad de afirmación. Subperiodos:

* (Entre 2 y 3) oposicionismo, intentos de afirmación, insistencia en la propiedad de los objetos.
* (3 – 4) Edad de la gracia en las habilidades expresivas y motrices. Búsqueda de la aceptación y admiración de los otros. Periodo narcisista.
* (Poco antes de los 5a.) Representación de roles. Imitación.


4. Del pensamiento categorial

Edad: 6 / 7 – 11 / 12 años.

Función dominante: La conquista y el conocimiento del mundo exterior.

Orientación: Hacia el exterior: especial interés por los objetos.

Subperiodos:

* (6- 9) Pensamiento sincrético: global e impreciso, mezcla lo objetivo con lo subjetivo.
* (a partir de 9a) Pensamiento categorial. Comienza a agrupar categorías por su uso, características u otros atributos.


5. De la pubertad y la adolescencia

Edad: 12 años

Función dominante: Contradicción entre lo conocido y lo que se desea conocer. Conflictos y ambivalencias afectivas. Desequilibrios.

Orientación: Hacia el interior: dirigida a la afirmación del yo

Marco teórico y antecedentes de la Teoría de Wallon

Wallon llegó a la Psicología desde la filosofía y la medicina, en un momento en el que existían en Europa dos debates muy importantes. El primero sobre la fundamentación epistemológica de la ciencia. De esta discusión participaban autores tan relevantes como Piaget. El segundo, se centraba en la explicación evolutiva de la construcción de la personalidad y estaba promovido por las escuelas psicoanalíticas.

Wallon, desde una postura antidualista, plantea que en la conciencia reside el origen del progreso intelectual, pero ésta no se presenta en el momento del nacimiento sino que es una cualidad que se construye socialmente, por medio de lo que denomina la simbiosis afectiva. En consecuencia el objeto de la Psicología es la explicación de la formación y desarrollo de la conciencia. Para este propósito se deben estudiar tanto los aspectos biológicos como los sociales. Para ello, el autor se centra especialmente en cuatro factores para explicar la evolución psicológica del niño: la emoción, el otro, el medio (físico-químico, biológico y social) y el movimiento (acción y actividad). En consecuencia, Wallon afirma (1958) que la psicología es a la vez, una ciencia humanística y de la naturaleza. Algunos autores (Ochaíta y Espinosa, 2004) ven en este planteamiento un anticipo de los postulados actuales de la Teoría Sistémica y muy especialmente de la hipótesis de la integración funcional entre los diferentes niveles de organización del ser humano: biológico, psicológico y social (Lerner 1998).

A su vez, el concepto de simbiosis afectiva no es exclusivo de nuestro autor. Lo podemos encontrar también en el psicoanálisis y en autores contemporáneos de Wallon, como Spitz y M. Mahler, que lo utilizaban para explicar los comienzos del desarrollo, a partir del primer mes.

Un concepto actual que podemos encontrar implícito en Wallon es el de intersubjetividad. No obstante, podemos encontrar influencias en su época, como son las procedentes del psicoanálisis, de la lingüística de Bajtín o de la teoría del lenguaje de Vygotsky. En este sentido, algunos psicoanalistas, como Winnicott, se encuentran entre los precursores del concepto de intersubjetividad que está implícito en el planteamiento de Wallon, en el estudio de la relación con el otro. El propio Freud realizó una gran aportación cuando explica los mecanismos de formación de las relaciones objetales, la transferencia y la contratransferencia, conceptos de gran interés para la comprensión de la comunicación afectiva. Más recientemente, desde un marco teórico distinto, centrado en la comunicación, la Teoría de la Intersubjetividad primaria de Trevarthen aborda el problema de la construcción del diálogo intersubjetivo, entre el niño y los otros, alrededor de los 3 meses.

El marco teórico de Wallon se fundamenta epistemológicamente en la filosofía marxista y más específicamente en el materialismo dialéctico. De este modo defiende la importancia de la fundamentación biológico pero sin caer en el mecanicismo organicista. A su vez, destaca, la relevancia del psiquismo individual, pero sin sustituir éste a la realidad de los objetos, como sucedía en los plantemientos idealistas. Admite la presencia de las contradicciones pero las integra como parte fundamental de la explicación del desarrollo. En definitiva es heredero de la tradición teórica de la filosofia marxista en su crítica al empirismo mecanicista y al racionalismo idealista, y aunque se nutre de una metodología dialéctica, heredera de Hegel, fundamenta el hecho psicológico en fenómenos ajenos a la conciencia, bien sean biológicos o históricos y sociales. En consecuencia, para Wallon, el método dialéctico es el único válido para el estudio de la conciencia, afirmando que el estatus científico de la psicología sólo se conseguirá en la medida que ésta sea capaz de reconocer que el psiquismo es la forma más elaborada de desarrollo de la materia. Por todos los argumentos anteriores considera que el estudio psicológico debe realizarse de manera global y critica los modelos reduccionistas:


Yo no he podido jamás disociar lo biológico y lo social, no porque lo crea reductibles el uno al otro, sino porque me parecen en el hombre tan estrechamente complementarios desde su nacimiento que es imposible enfocar la vida psíquica si no es bajo la formación de sus relaciones recíprocas.


La biografía de Henri Wallon


Henry Wallon (1879-1962) nació en París, y un psicólogo y neurólogo francés. Catedrático de la Sorbona y del Colegio de Francia, se dedicó al estudio de la psicología y la educación de la infancia. Participó en la elaboración de un proyecto de reforma de la enseñanza basado en la igualdad de oportunidades, la formación permanente del profesorado y la consideración de las capacidades y condiciones sociales del niño, proyecto que finalmente el Gobierno no llevó a la práctica. Entre sus numerosas obras destacan: El niño turbulento. Estudio de los retrasos y las anomalías del desarrollo motor y mental (1925), La evolución psicológica del niño (1941) y Los orígenes del pensamiento en el niño (1945).